Game Over

Sí, perdí a piedra, papel o tijera. También ganaste a ese juego de cartas que tanto nos gustaba en las tardes de verano. Me diste Jaque Mate, sí.
Me tragué todo el orgullo y la chulería que a veces llevaba. No tenía otra opción, me rendí.
Pude saborear la dulce y a la vez amarga sensación de perder. De ver Game Over en nuestro juego de adolescentes. En áquel que nunca creí que acabase, y menos de esta forma.
Dicen que lo importante es participar, pero la verdad preferiría no haber pasado por todo esto.Por eso un día me dije que nunca más participaría en el juego del amor, en la fruta prohibida.
¿Pero sabes qué? Que cuando una puerta se cierra otra se abre, y cuando un juego termina, otro comienza.
Voy a arriesgar, SÍ.Ahora o nunca. Todo o nada.